Llegué al árbol que estoy abrazando en la foto por la fama que tiene. Se llama “el árbol de los deseos” y cuentan los nativos del pueblo que si lo abrazas y pides tu deseo con mucha convicción alguna fuerza poderosa de la vida se encarga de que se cumpla.

Cuando por la noche regresé a Ica, le había pedido a Luis que me retirará en el terminal terrestre una vez más para trasladarme a mi hostal.

Le comenté que había abrazado al árbol de los deseos e inmediatamente algo cambió en su semblante. “Si, el árbol cumple cualquier deseo, pero no te contaron la historia completa. Para tener claridad en porque quieres ese deseo y para garantizar que no sea por motivos egoístas, las brujas te visitan a las 3 de la madrugada del siguiente día al que pediste tu deseo para conversar contigo. No es una experiencia muy agradable y muchas personas han quedado locas después de la conversación. Te recomiendo que está noche duermas con la luz encendida.”

Me dejó en el hostal donde pasaría la noche con esa historia sonando fuerte en mi cabeza.

Como es mi costumbre cuando viajo, suelo hospedarme en habitaciones compartidas para ahorrar un poco en gastos y para hacer nuevos amigos, pero en la habitación compartida de ese hostal (que era para 8 personas) esa noche solo estaba yo.

No soy una persona miedosa y mucho menos supersticiosa, pero algo no se sentía bien en el ambiente.

Llamé a mi madre a Ecuador para reportarme y saludar, y cerca de las 12 de la noche me metí en la cama para descansar.

La ventana de la habitación daba a la piscina del hostal, y me aseguré de cerrarla fuerte para que no me molestara el ruido de las personas que conversaban y tomaban cerveza a la orilla de la piscina.

Recuerdo claramente lo que pasó esa madrugada:

Algo golpeó la ventana. Prendí mi teléfono para ver la hora. Eran las 2h55 am. Me levanté para revisar que causó el ruido y me sorprendí mucho al encontrar la ventana abierta. Como te conté, me había asegurado de cerrarla antes de dormir.

No encontré nada inusual así que cerré la ventana una vez más y regresé a la cama.

O al menos eso intenté.

Un viento helado recorrió toda mi espalda y no me dejó moverme.

Sentía escalofríos por todo el cuerpo y las piernas me temblaban.

Afuera ya no había ruido y todo el hostal parecía haberse congelado.

El frio en mi espalda se multiplico cuando vi una silueta de una anciana sentada al borde de mi cama.

La anciana caminó lentamente a donde yo estaba petrificado, se acercó a mi oído y lo que me dijo cambió mi manera de ver la vida:

………

¿Quieres saber como termina la historia?

Te cuento el desenlace en este artículo. 😉

………

Hay algo mágico en una buena historia. Algo que nos atrae, que nos hace querer más.

Piensa en tu película o libro favorito, lo más probable es que cuente una gran historia.

La mayoría de las veces es una historia con la que identificas alguna parte de tu vida o alguna de la que te gustaría ser parte.

Ahora quiero que pienses en el último producto que compraste (puede ser un servicio, un curso, un libro). Lo más seguro es que lo compraste por la historia. Te lo explicaré en un momento.

Nos encantan las historias porque nos imaginamos en ellas. Una buena historia bien contada nos hace sentir empatía, tristeza, dicha, curiosidad… depende lo que el narrador busque transmitir.

Una historia busca hacerte sentir algo. Te sube a una montaña rusa de emociones.

El ser humano está biológicamente predispuesto a escuchar historias.

Nuestra evolución se ha fundamentado en transmitir información relevante a través de historias, así que cada vez que sabes que se viene una, tu cerebro se pone receptivo para recibir información.

Por eso contar una historia es mucho más eficaz a la hora de engancharte en un mensaje que simplemente presentar datos.

Y, te guste o no, todo el tiempo estás contando historias en tu vida, sea a otros o a ti mismo.

Así que, si tienes un negocio propio, buscas un aumento de sueldo, conectar con esa persona especial, aumentar tu influencia en las redes sociales o casi cualquier otro objetivo que tengas en este momento, te conviene aprender como contar una buena historia.

Lo que quiero lograr con este post es enseñarte los conceptos que pueden ayudarte a contar una historia que genere atención y un impacto.

2.- SUBRAYA EL CONFLICTO

No hay una buena historia que no tenga un punto de conflicto. Si tu historia no tiene conflicto será muy poco confiable y la gente no empatizará con el protagonista, por lo tanto, no se creará la conexión deseada en el primer punto.

El conflicto muestra como el personaje se desarrolló en un momento difícil, como reaccionó ante un desafío. El conflicto que vayas a mostrar en tu historia debe estar alineado a las necesidades de tu público. ¿Qué problemas tienen? ¿Qué buscan resolver en su vida?

Haz énfasis en esto y si quieres fortalecer tu participación en la historia (sea como narrador o protagonista) vuelca tu narrativa a las posibles soluciones que se te ocurren para enfrentar el problema.

Si te estás dirigiendo a una audiencia que espera encontrar en ti alivio para un momento de dolor o una preocupación constante, usa preguntas en tu historia, genera curiosidad y duda que cree en quien te escucha ese deseo de saber como el personaje salió de esa situación que ellos mismo podrían estar enfrentando.

Si tu audiencia logra visualizarse a si misma en el lugar del personaje, cuando tu historia les muestre como este solucionó el problema, inmediatamente tu autoridad y posición de experto se disparará por los cielos. No importa que el personaje de tu historia no seas tú, al final, estarán escuchando la solución a sus problemas desde ti, y recuerda que una persona olvida nombres, caras, acciones, pero nunca como la hiciste sentir, y si puedes generar una esperanza de solución a un problema o de acercarse a un deseo, eso desencadena una poderosa conexión emocional con la fuente de la cual la obtuvieron.

El poder de todo esto se encuentra en lo que estás enseñando, y no hay mejor manera de enseñar que por medio del conflicto en una historia. Muestra empatía, haz de los deseos y necesidades de tu audiencia tu prioridad número uno. Si logras hacer esto de manera efectiva, prepárate para obtener el sí de eso que quieres pedir.

Pero no puedes terminar una historia con un conflicto, necesitas darles el desenlace.

Tu objetivo número uno con el desenlace es cerrar tu historia motivando a tu audiencia a hacer algo. Los tan usados CTA (call to action). No lo hagas extravagante y definitivamente no lo hagas antes de la conclusión de la historia.

Tu objetivo con la historia es obtener algo (una venta, un aumento, una cita, un seguidor en tus redes, etc.) y eso no se puede hacer sin mostrar el valor de lo que obtendrán a cambio.

Como ya construiste una conexión y creaste un conflicto, llegó el momento de mostrar como tu protagonista resolvió su problema.

Aquí es donde puedes enfatizar el valor de lo que quieres mostrar (tu producto o servicio, tu aporte en tu trabajo, tu inteligencia emocional, tu valor como pareja, el valor que aportas en tus redes). En lo posible, evita usar datos y números complejos, habla sobre el impacto y emociones, sobre lo que siente el personaje, sobre la mejora en su vida después de resolver ese problema.

Recuerda: te interesa que la audiencia se identifique y empatice con el personaje.

Si logras esto en el desenlace, considera el mensaje entregado. Ya no depende de ti como lo procese la mente de tu público. No lo tomes personal, depende de sus filtros y necesidades al momento.

Te leo la mente querido lector, seguro estás pensando: “¿Cómo demonios se supone que deba contar este tipo de historias a alguien sin que se aburran? Es muy complejo como para ejecutarlo.”

Si analizas un poco cualquier producto o servicio, te vas a dar cuenta que las empresas hacen esto todo el tiempo, pero de manera muy subliminal y condensada.

No tiene porque ser una historia larga y formal, puedas hacerla corta y hasta cómica, depende de lo que quieres comunicar y a quien.

Analiza estos dos ejemplos y mira como generan conexión, conflicto y desenlace en la historia.

Como vimos al inicio, el cerebro se pone más receptivo al momento de escuchar y aprender de una historia.

De hecho, tenemos tan anclado esto en nuestro subconsciente que solo de escuchar las palabras “érase una vez” nuestra atención se enfoca en esa historia que está a punto de iniciar.

Además del poder de llamar la atención de otra persona, estas son las principales ventajas de saber como contar una historia:

Si. La primera ventaja está directamente relacionada al primer elemento para contar una buena historia.

Si tu público logra reflejarse contigo y tus historias te elegirán a ti sobre cualquier otra persona que intenta transmitir el mismo mensaje.

Quien conecte con tus valores y filosofía de vida será quien esté pendiente de que compartes, cuando lo haces, como lo haces y además compartirá a su vez tus historias con sus amigos porque se identifica plenamente contigo.

Aquí me voy a apalancar en un ejemplo para explicar el concepto.

Seguramente has estado en una fiesta o reunión social donde no conocías a nadie. Estabas solo en una esquina preguntándote porque no te quedaste en casa, pero decides que por respeto a quien te invitó intentarás ser sociable.

Haces un barrido visual y auditivo en busca de alguien con quien tengas algo en común para empezar a hablar, e inevitablemente tu mente se centrará en aquellas personas que te inspiren más confianza porque:

-Escuchaste que viene de la misma ciudad que tu

-Ves que la bebida que tiene en su mano es tu bebida favorita también

-Notas en su rostro que está tan perdido en la reunión como tu

En general, cualquier rasgo que te muestre algún tipo de potencial vinculo contigo, esto lo proyecta tu cerebro como una señal de confianza.

Cuando cuentas una historia sucede lo mismo.

Quien logre conectarse con lo que cuentas y tu manera de transmitir el mensaje sentirá confianza hacia ti porque puede estar viviendo una situación similar, puede que piense como el personaje de tu historia y sienta que por fin hay alguien que lo entiende, o algo tan básico como disfrutar el hecho de que alguien usa las mismas palabras que usaría el.

3.- VIRALIDAD

Una buena historia se queda grabada en la mente. Y si además de buena es original y potente en lo que transmite, puede llegar a millones de personas en el mundo.

Si una sola de las historias que cuentas llega a volverse viral, la gente que llega hasta ti querrá más, y se pasará por el resto de tus contenidos.

Aquí sirve mucho tener un sistema de captación de audiencia para continuar alimentando la relación de confianza con ellos.

A mi gusto, la mayor ventaja de contar una buena historia es conseguir la fidelidad de tu audiencia.

Como vimos en los ejemplos de los videos, las empresas no centran sus esfuerzos en vender un producto, sino en reforzar sus valores, en hacer que el espectador se identifique con ellos.

Esa empatía generada es crucial para fortalecer el vínculo con tu audiencia, y lo mejor de todo esto es que cuando lo logras, conviertes a un curioso que pasó para ver que encontraba en un embajador de tu marca, fan page, página web, producto o servicio.

Mi ejemplo personal de esto lo tengo con Apple. Trabajo con una Macbook y me comunico con un Iphone, y aunque el mercado me presente productos mejores y más económicos no tengo pensado cambiar a la manzana mordida por ninguna otra marca.