Pero me estoy adelantando un poco. Montar un negocio como el de mi ejemplo basado en mi pasión supondría aprender una serie de nuevas habilidades que en este momento no poseo, y tendría que invertir tiempo y dinero en volverme mínimamente bueno para empezar a generar autoridad y conseguir personas que crean que seguirme vale la pena, llegar a un número aceptable de seguidores y ver si a alguien le interesa pagarme por un servicio que muchos otros ya lo hacen totalmente gratis. La mayoría de estas habilidades no tienen ni la más mínima cercanía a mi pasión, por ejemplo, escribir guiones para mis videos o post, la publicidad del mercado digital, aprender sobre redes sociales y el famoso engagement, aprender como montar un blog o una página web, facturación ¿me sigues?. Mientras tanto, las facturas no paran, y yo debo comer y vestirme y pagar mi estilo de vida sin importar cual sea.
Se ha romantizado mucho el tema de vivir de tu pasión, y tienes dos riesgos enormes al querer montar un negocio basado netamente en tu pasión: El primero es descubrir, después de muchísimo tiempo, dinero y emociones invertidas, que a nadie le interesa pagar un centavo por lo que a ti te apasiona. Y claro, que algo te mueva el mundo a ti no quiere decir que también resonará con el resto del mundo. Y el segundo riesgo es dedicarle tanto tiempo a montar ese negocio perfecto basado en tu pasión que termines por perder el interés en ella porque sientes que está absorbiendo toda tu vida.